Con la bajada de temperaturas y el aumento de la humedad ambiental, las alfombras ganan protagonismo como barrera térmica y elemento de confort. Para que cumplan su función sin perder calidad ni higiene, el cambio de estación es el momento idóneo para revisar su estado y programar un mantenimiento profesional que las proteja frente a moho, olores y desgaste.
Prepara la temporada: confort térmico sin sorpresas
En otoño-invierno, las alfombras ayudan a estabilizar la sensación térmica y a reducir el impacto del suelo frío. Una evaluación profesional previa detecta compactaciones, ondulaciones o pérdida de volumen y define el tratamiento adecuado según fibra, densidad y respaldo. Así se recupera la pisada mullida y se optimiza el aislamiento del conjunto.
Humedad, el gran enemigo de la fibra
La condensación, los cambios bruscos de temperatura y la menor ventilación favorecen la humedad atrapada en la alfombra y en su base. Un servicio especializado actúa sobre el conjunto (tejido, urdimbre y respaldo) para estabilizar el nivel de humedad, neutralizar olores y prevenir la aparición de moho, especialmente en lana, viscosa y yute.
Más vida en interiores implica más tránsito
En accesos, pasillos y áreas de salón, un plan de mantenimiento profesional refuerza la resistencia de la fibra y reequilibra la superficie, evitando “caminos” marcados y deformaciones. También permite detectar a tiempo pequeñas roturas o remates sueltos para su restauración.
Materiales que exigen tratamientos distintos
No todas las fibras responden igual al frío y a la humedad. La lana requiere estabilización y cuidado del color; la seda, controles de pH y manipulación mínima; el sisal y el yute son sensibles al agua; las sintéticas toleran mejor el uso intensivo, pero acumulan electricidad estática. Ajustar método y tiempos a cada material es clave para conservar textura, caída y brillo.
Hogares y espacios profesionales
Viviendas, oficinas, hoteles o restaurantes se benefician de alfombras preparadas para el invierno: mejor acústica, confort inmediato y estética cuidada. En entornos comerciales, un calendario de mantenimiento reduce paradas, alarga la vida útil y mantiene la imagen del espacio incluso en temporada de lluvias.
Limpia tus alfombras con Sherlimp
Programar un servicio profesional antes (y, si hace falta, después) del pico de humedad invernal es la forma más segura de mantener colores vivos, texturas esponjosas y un ambiente saludable.
En Sherlimp cuidamos tus alfombras para que el invierno solo se note en el exterior. Trabajamos con protocolos adaptados a cada fibra y respaldos, control de humedad y procesos que preservan volumen, tacto y color. Recogemos y entregamos a domicilio en Madrid, Barcelona y alrededores, con resultados visibles y duraderos.



